martes, 19 de noviembre de 2013

¡Hermana, ayúdeme!

«¡Hermana, ayúdeme!»: así Sor Eugenia lucha contra la trata; el Parlamento Europeo le premia
En la sesión solemne del Parlamento Europeo, los días 16 y 17 de octubre se atribuyeron los premios Ciudadano Europeo. Este año son 43 los galardonados. Entre ellos destaca la figura de Sor Eugenia Bonetti, una misionera de la Consolata que está en primera fila en la lucha contra la trata de mujeres para esclavizarlas en la prostitución.

- “Sister, help me, help me!”. Jamás ha olvidado aquel grito: “¡Hermana, ayúdeme!”.
Lo escuchó Sor Eugenia hace 20 años.
Nacida en Bubbiano, cerca de Milán, llevaba ya 24 años en África como misionera. Pero el día que escuchó aquel grito no estaba en África. Era un frío día de invierno en Turín y el grito – la llamada – venía de una chica nigeriana.
A partir de aquel día cambió su misión y su vida. María, como se llamaba aquella muchacha, había recorrido el camino de tantas otras desde África a las calles de Europa.

Denunciar la esclavitud sexual.
Sor Eugenia dedicó desde aquel 1993 sus días y sus noches a salvar, denunciar, condenar y perseguir la esclavitud de tantas como María.
Son miles de historias de engaño, indignidad y explotación. Se ha ocupado personalmente de muchos casos, ha puesto en marcha la asociación Slaves No More (Mai Piu Schiavi), y también ha creado una red de personas y de estructuras, que trabajen juntas para prevenir, denunciar y combatir este fenómeno.
La red de casas de acogida, centros religiosos, parroquias y asociaciones ha sacado de las calles a cientos de esclavas de la prostitución.

Estrategias contra la esclavitud del s.XXI.
El Parlamento Europeo ha motivado este reconocimiento a la misionera porque es “una nueva oportunidad de hacer salir a la luz la plaga de la trata de personas y encontrar juntos – instituciones del gobierno y religiosas, públicas y privadas – estrategias nuevas para responder positivamente a esta esclavitud de nuestro siglo”.
Sor Eugenia, por su parte, ha declarado que es “un reconocimiento que no sólo es para mí, sino para todas las religiosas y laicos que desde hace muchos años comparten conmigo este camino de lucha contra la trata de seres humanos y, sobre todo, de restitución de la dignidad y la libertad a tantas víctimas”.

Repatriaciones asistidas, con dignidad.
No es el primer reconocimiento que recibe esta religiosa. El año pasado fue condecorada por el presidente de Italia, Carlo Azelio Ciampi, y, en dos ocasiones, ha sido distinguida por el Departamento de Estado norteamericano, precisamente por su incansable lucha contra las esclavitudes modernas.
Hoy 250 religiosas luchan en Italia de modo directo contra esta plaga. Ayudan a estas jóvenes de diversas formas.
Por ejemplo, para las compatriotas de María, la que cambió la vida de Sor Eugenia, hemos puesto en marcha un proyecto de repatriaciones asistidas – cuenta ella misma - que permite a algunas mujeres nigerianas víctimas de la trata volver a casa con dignidad e incorporarse a través de una asistencia socio-laboral. Por eso, es un gran honor para mí recibir este reconocimiento precisamente porque lo comparto con todas las religiosas y las mujeres con las que hemos recorrido este largo, difícil, pero también emocionante camino”.
PARA NUESTRA REFLEXIÓN:
Hay "prisiones" que funcionan "a pie de calle"; no necesitan muros ni rejas, tampoco alambradas,... pero se comportan como aquéllas estructuras de esclavitud de hace siglos en las que la persona dejaba de ser considerada como tal y era convertida por sus raptores en simple animal de carga.
La "trata" de personas es hoy una realidad en la flamante Unión Europea, tan preocupada ella por la economía (la monetaria y dentro de ella la relacionada con la banca y las estructuras de poder financiero y más afín a lo especulativo)... y tan olvidadiza de la Europa de las personas.
  • ¿Qué pensamos del fenómeno de "trata"?, ¿qué pensamos de esta sociedad y de sus estructuras a las que poco o nada importa la situación de esclavitud en la que se hallan sometidas miles y miles de mujeres?.
  • ¿Conocemos situaciones personales, de mujeres que estén sufriendo, aquí mismo, esta situación de esclavitud?. ¿Conocemos las causas por las cuales estas personas se ven impotentes para poder salir de esa situación?.
  • ¿Qué respuesta dar ante esas situaciones?, ¿qué recursos conocemos que podrían ayudar a estas mujeres, nuevas esclavas, prisioneras en la calle, del S.XXI?.
  • ¿Podemos ser nosotros "motivo de  esperanza" para ellas, igual que lo es Sor Eugenia?. ¿Qué  podríamos hacer y cómo ayudar de manera efectiva?.

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